LAS REFORMAS AGRARIAS DE CARLOS III
En el siglo XVIII, España tenía una agricultura muy atrasada
y poco rentable. Aún eran frecuentes las hambrunas propias del Antiguo Régimen,
agravadas por el crecimiento demográfico que se acusaba según avanzaba el
siglo, en esta situación se hacían necesarias las reformas que Carlos III y sus ministros consejeros emprendieron.
"La siega", Francisco de Goya en 1786. |
La propiedad de la tierra en el XVIII continuaba en manos de los estamentos
privilegiados, mayoritariamente, mientras que los pequeños propietarios no
disponían de poder económico para mejorar sus explotaciones. Tampoco se
permitían cercamientos ni otras mejoras debido a los privilegios de los
ganaderos de la Mesta.
No había demasiada diversificación de cultivos: el cereal ocupaba, con mucho, la mayor parte de las tierras, aunque se había ido extendiendo el cultivo del maíz y de la patata.
Ante esta situación de escasez, que llegó a provocar
motines, los gobiernos reformistas, especialmente en tiempos de Carlos III,
afrontaron las siguientes reformas agrícolas:
Obras públicas orientadas sobre todo a
favorecer los regadíos (red radial de carreteras, grandes canales como los canales
de Castilla e Imperial de Aragón, redes de acequias…) incidía en la necesidad
de crear un mercado nacional integrado y diversificado de productos agrícolas
para hacer frente a las todavía frecuentes crisis de subsistencias.
Canal de Castilla - perfiles |
Reformas en los arrendamientos agrarios.
Colonización de nuevas tierras como el
Proyecto de Olavide para la Colonización de Sierra Morena. Que introdujo a 6000
colonos holandeses, alemanes y españoles en aquellas tierras provistos
gratuitamente (casa, mobiliario, herramientas, ganado y semillas) y creó
numerosas poblaciones (La Carolina, La Carlota y La Luisiana como centros
poblacionales). Aunque esta medida fue un éxito rotundo, su promotor, Olavide,
acabaría ante la Inquisición debido a las presiones de los grupos privilegiados
que se sentían agraviados por sus actuaciones.
Nuevas Poblaciones fundadas en Andalucía en el siglo XVIII (Atlas de la Historia del Territorio de Andalucía) |
Reparto de tierras comunales (aquellas no
cultivadas) entre los campesinos extremeños, reforma después extendida por sus
buenos resultados a Andalucía y La Mancha. No obstante, en última instancia, fracasó
porque las oligarquías locales lograron hacerse con el control de estas tierras
debido a las dificultades de capitalización por parte de los campesinos más
pobres.
Formulario para la elaboración de censo para el posterior reparto |
Liberalización del mercado de cereales
(1765) fue adoptada quizás en el momento menos propicio, coincidiendo con unos
años de malas cosechas que desembocarían en una nueva crisis de subsistencias,
aprovechada por los privilegiados para promover el Motín de Esquilache. No
obstante, debido una vez más a la desequilibrada estructura de la propiedad, la
libertad de mercado, que debería haber incrementado la productividad, benefició
sólo a los grandes propietarios, capaces de resistir los movimientos a la baja
de los precios, cosa que no podían hacer los medianos o pequeños campesinos.
Motín de Esquilache |
Estudio para una ley agraria que incluyó:
- Plan
de reforma de Floridablanca de 1771: que buscaba reformar la agricultura
y repoblar el campo.
- El Memorial
ajustado, de Campomanes, buscaba fomentar la propiedad familiar de la
tierra.
- Informe
sobre la ley agraria de Jovellanos, de 1795, que recopilaba toda
la información anterior y era más ambicioso en sus pretensiones.
Pretendía limitar los derechos de paso de la Mesta y mejorar las
explotaciones.
El estudio fue minucioso y demasiado lento, por lo que la
reforma agraria debe considerarse un fracaso pues se obtuvieron escasos
resultados, sobre todo en lo referente al cambio en la propiedad de la tierra,
lo que se producirá con las desamortizaciones del siglo XIX.
Los intentos reformistas se producirían a lo largo de todo
el siglo XVIII y sobre todo durante el reinado de Carlos III. Partían de un
conocimiento claro de las causas del retraso de la economía española,
eminentemente agraria. Buscaban el aumento de la producción de alimentos para
sostener el progresivo aumento demográfico, así como la diversificación y el
equilibrio de la producción. Pero este no era más que en primer paso, como en
otros casos (Gran Bretaña) pioneros del tránsito a una economía moderna
(pre-industrial), la solidez de la economía agraria iba a ser la base económica
y demográfica, que con sus excedentes iba a permitir el desarrollo del sector
industrial, pero el desigual éxito de estas reformas, apenas va a permitir
despegar tan ambicioso plan.
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