jueves, 1 de junio de 2017

REFORMAS AGRARIAS

LAS REFORMAS AGRARIAS DE CARLOS III

En el siglo XVIII, España tenía una agricultura muy atrasada y poco rentable. Aún eran frecuentes las hambrunas propias del Antiguo Régimen, agravadas por el crecimiento demográfico que se acusaba según avanzaba el siglo, en esta situación se hacían necesarias las reformas que Carlos III y sus ministros consejeros emprendieron. 



"La siega", Francisco de Goya en 1786.




La propiedad de la tierra en el XVIII continuaba en manos de los estamentos privilegiados, mayoritariamente, mientras que los pequeños propietarios no disponían de poder económico para mejorar sus explotaciones. Tampoco se permitían cercamientos ni otras mejoras debido a los privilegios de los ganaderos de la Mesta.


No había demasiada diversificación de cultivos: el cereal ocupaba, con mucho, la mayor parte de las tierras, aunque se había ido extendiendo el cultivo del maíz y de la patata.

Ante esta situación de escasez, que llegó a provocar motines, los gobiernos reformistas, especialmente en tiempos de Carlos III, afrontaron las siguientes reformas agrícolas:

Obras públicas orientadas sobre todo a favorecer los regadíos (red radial de carreteras, grandes canales como los canales de Castilla e Imperial de Aragón, redes de acequias…) incidía en la necesidad de crear un mercado nacional integrado y diversificado de productos agrícolas para hacer frente a las todavía frecuentes crisis de subsistencias.


Canal de Castilla - perfiles


Reformas en los arrendamientos agrarios.

Colonización de nuevas tierras como el Proyecto de Olavide para la Colonización de Sierra Morena. Que introdujo a 6000 colonos holandeses, alemanes y españoles en aquellas tierras provistos gratuitamente (casa, mobiliario, herramientas, ganado y semillas) y creó numerosas poblaciones (La Carolina, La Carlota y La Luisiana como centros poblacionales). Aunque esta medida fue un éxito rotundo, su promotor, Olavide, acabaría ante la Inquisición debido a las presiones de los grupos privilegiados que se sentían agraviados por sus actuaciones.
Nuevas Poblaciones fundadas en Andalucía en el siglo XVIII (Atlas de la Historia del Territorio de Andalucía)


Reparto de tierras comunales (aquellas no cultivadas) entre los campesinos extremeños, reforma después extendida por sus buenos resultados a Andalucía y La Mancha. No obstante, en última instancia, fracasó porque las oligarquías locales lograron hacerse con el control de estas tierras debido a las dificultades de capitalización por parte de los campesinos más pobres.
Formulario para la elaboración de censo para el posterior reparto

Liberalización del mercado de cereales (1765) fue adoptada quizás en el momento menos propicio, coincidiendo con unos años de malas cosechas que desembocarían en una nueva crisis de subsistencias, aprovechada por los privilegiados para promover el Motín de Esquilache. No obstante, debido una vez más a la desequilibrada estructura de la propiedad, la libertad de mercado, que debería haber incrementado la productividad, benefició sólo a los grandes propietarios, capaces de resistir los movimientos a la baja de los precios, cosa que no podían hacer los medianos o pequeños campesinos.

Motín de Esquilache


Estudio para una ley agraria que incluyó: 

    • Plan de reforma de Floridablanca de 1771: que buscaba reformar la agricultura y repoblar el campo. 
    • El Memorial ajustado, de Campomanes, buscaba fomentar la propiedad familiar de la tierra.
    • Informe sobre la ley agraria de Jovellanos, de 1795, que recopilaba toda la información anterior y era más ambicioso en sus pretensiones. Pretendía limitar los derechos de paso de la Mesta y mejorar las explotaciones.
El estudio fue minucioso y demasiado lento, por lo que la reforma agraria debe considerarse un fracaso pues se obtuvieron escasos resultados, sobre todo en lo referente al cambio en la propiedad de la tierra, lo que se producirá con las desamortizaciones del siglo XIX.
Oficios del siglo XVIII

Los intentos reformistas se producirían a lo largo de todo el siglo XVIII y sobre todo durante el reinado de Carlos III. Partían de un conocimiento claro de las causas del retraso de la economía española, eminentemente agraria. Buscaban el aumento de la producción de alimentos para sostener el progresivo aumento demográfico, así como la diversificación y el equilibrio de la producción. Pero este no era más que en primer paso, como en otros casos (Gran Bretaña) pioneros del tránsito a una economía moderna (pre-industrial), la solidez de la economía agraria iba a ser la base económica y demográfica, que con sus excedentes iba a permitir el desarrollo del sector industrial, pero el desigual éxito de estas reformas, apenas va a permitir despegar tan ambicioso plan.

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