jueves, 15 de junio de 2017

CARLOS III Y LA REFORMA DE LA ARMADA


CARLOS III Y LA REFORMA DE LA ARMADA


(Navío Santísima Trinidad: el mayor buque de su época)


La armada española había venido perdiendo su hegemonía durante el siglo XVII y principios del XVIII, en favor de Inglaterra y Holanda. Pero la llegada de los borbones supuso el inicio de una serie de reformas que la situaron de nuevo entre las primeras potencias navales.

El iniciador de estas reformas fue Felipe V por medio de su ministro José Patiño (Intendente General de la Marina). Rápidamente emprendió la reconstrucción de la “marina de guerra” y en concreto de la “Flota de Indias”, que estaba directamente relacionada con la reactivación del comercio ultramarino, trasladó la “Casa de Contratación de Indias”, de Sevilla a Cádiz, publicó ordenanzas para la armada (1707) para agrupar y uniformizar todas la fuerzas existentes, creó el Arsenal de la Carraca (Cádiz) para la construcción y reparación de naves así como para el almacenamiento y suministro de materiales y munición, inauguró en Cádiz la primera Compañía de Guardias Marinas, para dar una formación mixta científico-práctica a los futuros oficiales de la Marina de Guerra y por último impulsó la construcción de buque de guerra.

La reforma de la Armada estará subordinada a un concepto estratégico vital y elemental a la par; la conexión de la metrópoli y sus colonias. El elemento perturbador de este proceso es sin duda la potencia naval de Inglaterra, que se enseñorea de los océanos. La economía inglesa buscaba la apertura del mercado americano o directamente su incorporación.

La participación de España en la Guerra de los Siete Años y la firma del Tercer Pacto de Familia, hizo patente la necesidad de reforma de las fuerzas armadas y en especial de la armada,  junto a un socio estratégico como era Francia frente a un enemigo común como era Gran Bretaña.

La armada que se encontró Carlos III llevaba algunos años intentando salir de la postración y el desánimo, pero como en otras ocasiones, se rodeó de valiosos colaboradores con los que profundizó con eficacia en las reformas iniciadas en el reinado anterior, de los que el Marqués de la Ensenada es un buen ejemplo, aunque no el único.



Fundó o reactivó arsenales o astilleros, con ese fin creó el Cuerpo de Ingenieros Navales (1770) que se pusieron al frente de estas dependencias. La deforestación sufrida por los bosques peninsulares propició la construcción del  astillero de la Habana del que salieron, entre 1724 y 1796, 114 buques.

(Astilleros)

Puso en marcha un ambicioso programa de diseño y construcción de nuevos navíos. Aunque comenzó adoptando la construcción de modelos franceses, pronto se desestimaron, y gracias a tareas de espionaje y a la contratación de especialistas en ingeniería y construcción naval, se copiaron muchos aspectos del modelo inglés y holandés. Como resultado se produjeron mochos y mejores modelos que los de sus competidores. Un ejemplo de la producción de estos momentos. El "Santísima Trinidad”, el mayor navío de su época, 4 puentes, 112 cañones.

Santísima Trinidad. Planos de perfil


Reformó la situación de los recursos humanos desde la oficialidad a la marinería haciendo hincapié en la formación. Se potenció la academia e Guardiamarinas de Cádiz. Con anterioridad la formación de la oficialidad era teórica y poco práctica a la par que primaba la procedencia a la hora de recibir nombramientos, por otro lado la armada y la marina mercante siempre estaban en competencia por enrolar a una base relativamente reducida de marineros.

(Cartel de la Exposición "Guardiamarinas, 300 años")

Se adoptó un nueva bandera para unificar las enseñas empleadas en la armada y con el tiempo se convirtió en la bandera nacional, como vimos en una publicación anterior de esta serie.

(Banderas de las marinas de guerra y mercante)

Reorganizó de la armada y de sus distritos marítimos. Dotándolos de varias ordenanzas.

(Ordenanzas Navales)

Apoyó la realización de expediciones “científicas” como vimos en otra publicación de esta serie muchas de ellas con finalidad científica, filantrópica o de control y vigilancia estratégica sobre posesiones de la corona.

(Expedición Malaespina)

Organizó y normalizó un servicio de intendencia, que siempre había sido el punto flaco de las fuerzas hispanas. Se crean talleres y fábricas para la elaboración y reparación de lonas, jarcias, uniformes, munición, etc. Especialmente la fábrica de la Cavada destinada a la producción artillera en la que se pondrá gran interés.

(Fabricación de jarcias)

Apoyó el desarrollo de la marina mercante, mediante ordenanzas,  creación de compañías comerciales o escuelas náuticas y potencia los servicios de correos marítimos.
(Bandera de la Marina Mercante)

Buscó pactos con aliados estratégicos frente a potenciales enemigos (Pactos de Familia con Francia frente a los constantes conflictos con Gran Bretaña).

(Pactos de Familia)

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