CARLOS III Y LA REFORMA DE LA ARMADA
(Navío Santísima Trinidad: el mayor buque de su época)
La armada española había venido perdiendo su hegemonía durante el siglo
XVII y principios del XVIII, en favor de Inglaterra y Holanda. Pero la llegada
de los borbones supuso el inicio de una serie de reformas que la situaron de
nuevo entre las primeras potencias navales.
El iniciador de estas reformas fue Felipe V por medio de su ministro José
Patiño (Intendente General de la Marina). Rápidamente emprendió la reconstrucción
de la “marina de guerra” y en concreto de la “Flota de Indias”, que estaba
directamente relacionada con la reactivación del comercio ultramarino, trasladó
la “Casa de Contratación de Indias”, de Sevilla a Cádiz, publicó ordenanzas
para la armada (1707) para agrupar y uniformizar todas la fuerzas existentes,
creó el Arsenal de la Carraca (Cádiz) para la construcción y reparación de
naves así como para el almacenamiento y suministro de materiales y munición, inauguró en Cádiz la primera
Compañía de Guardias Marinas, para dar una formación mixta científico-práctica
a los futuros oficiales de la Marina de Guerra y por último impulsó la
construcción de buque de guerra.
La reforma de la Armada estará subordinada a un concepto estratégico
vital y elemental a la par; la conexión de la metrópoli y sus colonias. El
elemento perturbador de este proceso es sin duda la potencia naval de
Inglaterra, que se enseñorea de los océanos. La economía inglesa buscaba
la apertura del mercado americano o directamente su incorporación.
La participación de España en la Guerra de los Siete Años y la firma del
Tercer Pacto de Familia, hizo patente la necesidad de reforma de las fuerzas
armadas y en especial de la armada, junto a un socio estratégico como era Francia
frente a un enemigo común como era Gran Bretaña.
La armada que se encontró Carlos III llevaba algunos años intentando
salir de la postración y el desánimo, pero como en otras ocasiones, se rodeó de
valiosos colaboradores con los que profundizó con eficacia en las reformas
iniciadas en el reinado anterior, de los que el Marqués de la Ensenada es un buen
ejemplo, aunque no el único.
Fundó o reactivó arsenales o astilleros, con ese fin creó el
Cuerpo de Ingenieros Navales (1770) que se pusieron al frente de estas
dependencias. La deforestación sufrida por los bosques peninsulares propició la
construcción del astillero de la Habana
del que salieron, entre 1724 y 1796, 114 buques.
(Astilleros)
Puso en marcha un ambicioso programa de diseño y construcción de
nuevos navíos. Aunque comenzó adoptando la construcción de modelos
franceses, pronto se desestimaron, y gracias a tareas de espionaje y a la
contratación de especialistas en ingeniería y construcción naval, se copiaron
muchos aspectos del modelo inglés y holandés. Como resultado se produjeron
mochos y mejores modelos que los de sus competidores. Un ejemplo de la producción
de estos momentos. El "Santísima Trinidad”, el mayor navío de su época, 4 puentes,
112 cañones.
Santísima Trinidad. Planos de perfil
Reformó la situación de los recursos humanos desde la oficialidad a
la marinería haciendo hincapié en la formación. Se potenció la academia e Guardiamarinas
de Cádiz. Con anterioridad la formación de la oficialidad era teórica y poco
práctica a la par que primaba la procedencia a la hora de recibir
nombramientos, por otro lado la armada y la marina mercante siempre estaban en
competencia por enrolar a una base relativamente reducida de marineros.
(Cartel de la Exposición "Guardiamarinas, 300 años")
Se adoptó un nueva bandera para unificar las enseñas empleadas en la
armada y con el tiempo se convirtió en la bandera nacional, como vimos en
una publicación anterior de esta serie.
(Banderas de las marinas de guerra y mercante)
Reorganizó de la armada y de sus distritos marítimos. Dotándolos de
varias ordenanzas.
(Ordenanzas Navales)
Apoyó la realización de expediciones “científicas” como vimos en otra publicación de esta serie muchas de ellas con finalidad científica, filantrópica o de control y vigilancia estratégica sobre posesiones de la corona.
(Expedición Malaespina)
Organizó y normalizó un servicio de intendencia, que siempre
había sido el punto flaco de las fuerzas hispanas. Se crean talleres y fábricas
para la elaboración y reparación de lonas, jarcias, uniformes, munición, etc.
Especialmente la fábrica de la Cavada destinada a la producción artillera en la
que se pondrá gran interés.
(Fabricación de jarcias)
Apoyó el desarrollo de la marina mercante, mediante ordenanzas, creación de compañías comerciales o escuelas náuticas
y potencia los servicios de correos marítimos.
(Bandera de la Marina Mercante)
Buscó pactos con aliados estratégicos frente a potenciales enemigos
(Pactos de Familia con Francia frente a los constantes conflictos con Gran Bretaña).
(Pactos de Familia)
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