martes, 7 de noviembre de 2017

Infancia de Gloria Fuertes


Los primeros años de Gloria Fuertes
Gloria Fuertes nació el 28 de julio de 1917, en Madrid, en el barrio de Lavapiés. Su padre era conserje y su madre costurera y mujer de la limpieza. Tuvo tres hermanos y una hermana y salvo Angelín, que murió  a los 7 años, todos bastante mayores que ella. Durante varios años, su padre trabajó de conserje en la Fundación Gota de Leche, una obra social destinada a que las madres sin recursos pudieran ofrecer a sus hijos cuidados y sobre todo leche gratis. Esta entidad se ubicaba muy cerca de su casa, por lo que Gloria Fuertes pasó mucho tiempo de su infancia viendo bebés y niños hambrientos.
A los tres años comienza a ir a un colegio de monjas. Y a los cinco años se lanza a escribir sus propios cuentos que también ilustra ella misma y lee al resto de los niños de su barrio. En el seno de su humilde familia no había dinero para juguetes pero Gloria lo suple con su imaginación y se refugia en la lectura, creando un mundo de fantasía; se inventa amigos como “Coleta”, que será uno de las protagonistas de sus cuentos y poemas.
Entre sus primeras lecturas está el TBO, una revista de lo que hoy conocemos como cómics o historietas gráficas. Aborrece, en cambio los cuentos de hadas, de heroínas que mueren devoradas por lobos y finales terribles; le gustan los finales felices.
A lo largo de su infancia, estuvo en varios colegios,  de los que fue expulsada en tres ocasiones por desobediencia a los profesores. En una ocasión la expulsaron por poner en la pizarra “Los niños vienen de Parir”; ella pensaba que era una errata decir que los “niños vienen de París”.
No fue una buena estudiante, sacaba malas notas y se inventó un sistema propio de calificación basada en ceros; cuantos más ceros más valor. De esta forma, comienza a evaluar sus propias creaciones: poesías, historias, dibujos…).
 Y así pasó sus primeros años, leyendo, inventando y jugando en su barrio entre Lavapiés y Tirso de Molina.
Ventanas pintadas
Vivía en una casa con dos ventanas de verdad y las otras dos pintadas en la fachada
Aquellas ventanas pintadas fueron mi primer dolor
Palpaba las paredes del pasillo,
Intentando encontrar las ventanas por dentro
Toda mi infancia la pasé con el deseo
De asomarme para ver lo que se veía
Desde aquellas ventanas que no existieron.

La Comunión 
Cuando hice la primera comunión
yo no era un niño ni una niña
era un poeta de seis años,
me pasé todo el día sin hablar
y toda la noche llorando

Preescolar
No olvidar
que el hombre es el único animal
que bebe sin tener sed,
que mata sin tener hambre..
Total:
No olvidad
que el hombre es el único animal

Fuentes: “El libro de Gloria Fuertes: antología de poemas y vida”. Ed. Blackie books; Obras incompletas/Gloria Fuertes. Ed. Cátedra.; www.gloriafuertes.org.


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